jueves, marzo 31, 2005

La buena educación

7:30 de la mañana, mitad del alumno cuasi dormido, de la cual zafo misteriosamente gracias a la siestita de ayer :-D. Toy sentada en el primer banco (porque llegué unos minutillios tarde) casi a la altura de la puerta del aula. El titular se retira después de su clase, apurado rumbo a su O.R., lo ví que empezaba a bajar las escaleras a trompicones, seguramente llegando tarde para dejar sin estómago a algún incauto o algo por el estilo; me disponía yo a meterme en la cabeza algún vago conocimiento de Halsteads, Kochers y Pozzis ( ni hablar de la de Gregoire, qué cornos de sentido tiene esa rama pasiva en rombo???) que el siguiente teacher intentaba inculcar con la mejor buena voluntad, cuando veo que el profe titular subía de nuevo la escalera, pacientemente, con un ancianito muuuy ancianito y aparentemente medio perdido, del brazo, que evidentemente quería ir a endoscopía o algo de eso, hablando amigablemente, llegó al rellano, dejó su maletín, llamó el ascensor (quedaba un piso más por subir), hizo subir al viejito de saquito azul brillante y subió él a llevarlo.
Eso, ESO, es calidad humana y no pavadas. Y punto, no me hinchen las bolas, qué muestra de educación y bonita solidaridad, y sobre todo qué bonito ejemplo para esta manada de giles tecnicistas alumnos egotistas. Digo...