jueves, abril 14, 2005

Espejo de la noche

Diego:
Nada comparable a tus manos
ni nada igual al oro-verde de tus ojos.
Mi cuerpo se llena de ti por días y días,
eres el espejo de la noche,
la luz violenta del relámpago,
la humedad de la Tierra.
El hueco de tus axilas es mi refugio,
mis yemas tocan tu sangre.
Toda mi alegría es sentir brotar la vida
de tu fuente-flor que la mía guarda
para llenar todos los caminos
de mis nervios que son los tuyos.

(Frida Kahlo)