lunes, octubre 03, 2005

Fuerte ese aplauso por favor!



Un pequeño reconocimiento de Atalía Donosi a quienes arriesgan su vida por ayudar. Después de todo parece que no todo el género humano es una porquería.
(Se me pianta el lagrimón cuando veo cosas como esta . Aplaudí hasta que me dolían las palmas, pero por una vez aplaudo algo que vale la pena, qué joder!!!).

Calculan que ardieron cinco mil hectáreas

Fuente: LVDI


A las 12.25 de ayer, los bomberos, gendarmes y soldados que llevaban cinco días combatiendo el incendio forestal más devastador de 2005, miraron al cielo y, agradecidos, no pudieron ni quisieron contener su alegría.
Estaban cayendo las primeras gotas de una llovizna que luego persistió casi todo el día en el área afectada por el siniestro que se inició el martes en La Juanita y que recién fue controlado ayer a la madrugada en Las Jarillas. Su paso convirtió en cenizas alrededor de cinco mil hectáreas de monte autóctono, pastizales y campos en un área serrana que abarca La Juanita, Falda del Cañete (parajes a los que se accede por la ruta E 55), las lomas cercanas a los barrios Sol y Río y Villa Independencia de Carlos Paz, San Antonio de Arredondo y Las Jarillas.
Esta vez, no hubo víctimas ni heridos; tampoco se contabilizaron daños materiales en viviendas. Eso sí, cinco mil hectáreas de monte, que en algunas partes tenía más de 30 años de vida, desaparecieron bajo las llamas. Teniendo en cuenta este cálculo, en lo que va del año ya se perdieron siete mil hectáreas, de acuerdo a estimaciones del Gobierno.
“El fuego está completamente extinguido”, enfatizó ayer a La Voz del Interior Marcelo Falo, secretario de Información Pública, el funcionario provincial que coordinó el operativo que montó la Provincia en conjunto con los municipios de Villa Carlos Paz, Malagueño y San Antonio de Arredondo.
Falo aclaró que, más allá de la ayuda del clima, el fuego fue apagado por los bomberos. “Los últimos focos que quedaban se apagaron en el mediodía. Se mantuvo la guardia de cenizas y los helicópteros y los aviones tiraron agua para bajar la temperatura del suelo y que no haya reinicios”, advirtió. “Obviamente, ayudó el clima”, señaló el funcionario provincial, quien explicó que a las 5.30 de la madrugada la situación estaba controlada con 450 hombres en la montaña, todos los autobombas en operación al igual que los seis aviones y los tres helicópteros.
“El clima ayudó mucho, porque la guardia de ceniza quedó sin efecto cuando comenzó a caer una llovizna sobre las sierras”, sostuvo Falo.
Por otra parte, expresó que la superficie quemada llega a unas cinco mil hectáreas. Falo expresó que por los incendios de La Juanita y Las Jarillas no hubo detenidos aunque advirtió que fueron intencionales.
“Si bien no se sabe definitivamente el daño total, una evaluación somera, hecha por gente de Ambiente y por los bomberos, da cuenta que se quemaron cinco mil hectáreas”, dijo Falo, quien destacó que por fortuna no hubo heridos ni daños materiales de relevancia.
El incendio, que fue intencional y por el que no hay detenidos, no provocó la muerte de animales en los campos, según aseguran desde Ambiente.

Entrada triunfal

La emoción desbordó a todos los que trabajaron en el combate del fuego en los últimos cinco días. Detrás de esa escena, un ejército de personas anónimas, vecinos de Carlos Paz y San Antonio, baqueanos de los campos afectados, colaboró con los que tenían la difícil labor de luchar mano a mano contra las llamas.
Los bomberos que llegaron desde los lugares más distantes de la Provincia fueron recibidos como héroes por los vecinos de Carlos Paz y San Antonio de Arredondo. Una caravana de autobombas y camionetas de los cuarteles paseó su alegría por las calles de ambas localidades y la gente salió de sus casas para aplaudir y emocionarse.
“El festejo fue muy emotivo”, expresó Carlos Felpeto, intendente de Villa Carlos Paz, quien manifestó su agradecimiento a todos los que colaboraron de distinta manera en el operativo.
El jefe comunal destacó el aporte del Gobierno provincial y el de los integrantes del Centro Vecinal Sol y Río, donde se montó el centro operativo.
El comandante Iván Binnie, jefe del escuadrón de Gendarmería de Embalse que aportó 150 efectivos, expresó también su agradecimiento a la gente que “se brindó por atender al personal”.
“Para Gendarmería esto es algo nuevo, los gendarmes no están acostumbrados a esta tarea”, reconoció Binnie, quien añadió: “Pero debo resaltar que antes de salir a operar en terreno se hacía una reunión con bomberos de vasta experiencia que explicaban lo que iban a hacer así que han aprendido muchas cosas”.
También vale destacar que en la lucha contra el fuego participaron soldados del Ejército, quienes contaron con la ayuda desde el aire de tres helicópteros y seis aviones hidrantes.
Ayer, cuando ya había terminado todo y las dotaciones partían cada una hacia su lugar de origen, en Sol y Río continuaba el trabajo de los vecinos que asistieron en los últimos días a los bomberos. Algunos hombres, que hasta las 17 no habían almorzado, recibían sus raciones antes de salir rumbo a sus casas.