lunes, noviembre 07, 2005

El mundo contra mí

(o: De mi vida como tineiyer)

Ayer en mi día de campo en las bellas serranías de mi provincia, en una localidad aún no demasiado hollada por el hombre, gracias a Dieux, mientras estaba *relajándome* pensando en remojarme las patas en el río y esas cosas que hacen las damas como moi , no va que me voy al toilette de damas y me hallo a una criatura de mi colegio (leáse: del colegio donde hice la secundaria hace ya alguna pila de años), la cual reconocí por su campera que decía el nombre del *cole*, etc. Ese no fue más que un *espantoso* preludio para descubrir que en el mismísimo camping al que aludo, se estaba realizando un campamento de mi escuelita. PLOP!
Vinieron a mi mente las siguientes palabras, que ayer me amargaron la tarde porque no me las podía acordar (o sea, me acordaba de las experiencias en sí, pero no de los nombres de las mismas), las turritas recién llegaron a mi mente después de 24 hs de devanarme los sesos:
* Dinámicas
* Corazón abierto
* El Grupo
* Jefes
* Coordinadores
* Patrullas
* El ulé ulé, lala lááá!!! (canción por la cual casi el chapuliño se queda viudo por motu proprio, es que se me ocurrió cantársela y la situación no prosperó bien, lamentablemente el muchacho no tiene una *buena cultura musical* como la mía, ).

Y con ellas devastadores recuerdos de la tineiyeridad, tales como sentirse diferente, sentirse aislada, enamorarse 5 veces por mes, etc etc etc y así hasta el pluscuamperfecto. Es rarísimo como vuelve todo a la mente como si el tiempo no hubiera pasado, las canciones, los sentimientos, las personas, y es rarísimo ver otras personas en *tu* lugar, quiero decir, todavía no soy tan vieja, pero soy adulta, no tengo más 13 años, ni 16, ni 18, pero los sigo teniendo, y hay gente ahí, que los tiene en serio, y yo volví por un momento sin volver, porque, OBVIO DANI! se cae de maduro que la máquina de volver en el tiempo no existe, y además ahora soy tanto más feliz que allá, pero igual, pero igual, encontrarme así con mi propia *niñez*, tan de improviso volvió la guacha, y se fue así sin avisar, y yo sigo yendo al cole, pero hay otro sentado en mi lugar, pero mi aula no es más mi aula, pero yo ya no soy yo, y yo ahora soy yo, y entonces quién soy yo?
Me quería poner chistosa, pero se me fue la olla para el lado existencialista. Es que una cosa es saber que una fue adolescente, y otra cosa es volver a sentirlo, ver que todo sigue igual, las tradiciones, las canciones, y ese tren ya se pasó, pero sigue dentro de la memoria. Difícil explicarlo, es como ser dos en una, verse de afuera, saludar desde la ventana a la Talita que se queda en ese colegio en un año cualquiera de la década de los 90, boludeando, o sintiéndose excluída, o persiguiendo al objeto de sus *amores*, o planeando para salir a bailar, Talita no sabe que se va, ella cree que la vida es así para siempre, que los adultos son la cosa gris del otro lado, Talita no saluda, no me ve que me alejo, y sin embargo yo quisiera con todas mis ganas abrazarla, cuidarla, advertirle, darle un beso y prometerle que todo va ser mejor en unos años Talita, todo va a ser mejor.

El campamento alegre está
por eso todos vamos a cantar
el ulé ulé lala lá
el ulé ulé lala lá,
esta alegría no va a acabar
en el corazón se nos va a quedar
el ulé ulé lala lá
el ulé ulé lala lá...