jueves, febrero 02, 2006

Se dice de mí

(De cuando le doy trabajo extra a mi Ángel de la Guarda)

Es conocida mi cuasi-orgullosa tendencia a proclamar a los cuatro vientos mi estirpe de pura cepa Donosi que me caracteriza como un ser un tanto neurótico y maniático, esas cuestiones de doblar la ropa al milímetro y cosas como esas. Nonobstant, de vez en cuando, en la ocasión en que el orgullo precede a la caída, se hacen notar los 23 cromosomas que me ha heredado mi madre querida, a la cual difícilmente podríamos apelar como *maniática*. Es así como ciertas situaciones bizarrescas pueden llegar a darse en la vida real de Atalía Donosi:

Ejemplo no. 1:
Saliendo estaba la Atalía de su diario cursito de discapacitados intelectuales que tienen que rendir, tipo 14 horas en el día de la fecha. Se hace constar que la susodicha tenía sueño, calorrr y ganas de *pegarse una ducha*, como quien dice, en calidad de circunstancias atenuantes, pero igual, no te da el coco querida. La chica llegóse a la parada del colectivo, inconsciente (por las circunstancias atenuantes, permitaseme este jueguillio de palabras, CHAN!), y esperólo pacientemente. Ponéle que la Atalía tenía que tomarse el "CERO". No va que lo ve que dobla dos cuadras a lo lejos, precedido por un "SIETE", medio de transporte este que la deja unas cuadritas lejos del hogar dulce hogar, y el cual no toma nunca, por así decirlo, pero que tiene parada en el mismo lugar. Pa' qué, mamita. Una vez subida al colectivo en cuestión y pasadas unas cuadras, la Atalía mira el boleto para enterarse de la hora sin tener que abrir la mochila, etc. y encuentrase con qué habíase tomado el SIETE, por apurarse a ganarle el lugar a las viejas metidas que llegan a último momento. Esto no sería nada si el recorrido no terminase en una villa de malvivientes y además el mismo no hubiese empezado a largar humo cual enfisematoso terminal a mitad del recorrido.
Cuestión que nada, mucho blablá para dejar en claro que sí, soy hija de mi madre y a veces me suceden distracciones generosas que me dejan a medio pelo, por así llamarle. Y ni hablemos de la vez que quise guardar unos libros en el freezer o me puse shampoo en vez de crema enjuague, o me olvido de que al otro día tengo clases, pero me olvido en serio, así como si nada. Surge la herencia Supermom a full.
Cuando me pasan estas cosas me ponen de los pelos, así te lo digo. Queda mucho más cool ser neurótica que una distraída total, que no???

pd. si alguien preguntóse que fue de mí en el SIETE, todo acabó felizmente. El colectivero, haciendo honor a su estirpe, ignoró alegremente los avisos de los pasajeros sobre el humo en la parte posterior y el olor a goma quemada y siguió viaje como si nada. Y por suerte, desde la última vez que abordé este bus, había cambiado el recorrido y me dejó en una zona apta para todo público, bastante cerca de mi casa.