viernes, julio 01, 2005

Elige tu propia aventura

Cuando yo era casi teenager era una criatura bastante tímida, por no mencionar que me vestía espantosamente y tenía fama de nerd. La cuestión es que allá por mis 12 añitos me *enamoré* perdidamente de un compañerito de clases que pertenecía al grupo de los *chetos* y claro, era una relación totalmente imposible, pero como una a los 12 años no sabe de eso, yo soñaba con el día en que fuésemos noveos, etc etc.
Por supuesto que el chaboncete no me daba ni pelota, y para colmo de males se corrió el rumor de que * yo gustaba de él*, lo que añadió más oprobio a mi status, por así decirlo.
Entre esto y aquello, yo, que leía todo lo que me caía en las manos, incluyendo libros de autoayuda de mis padres y porquerías varias como el Reader's Digest, que suele traer artículos del estilo "Aumente su autoestima y su fortuna en 10 pasos y sea feliz por todo el resto de su vida", influenciada por estos *consejos*, decidí que iba a cambiar mi vida, que iba a ser una *mujer* segura y liberada y con la fuerza arrolladora de mi personalidad iba a llamar la atención del petiso (mi *amado*). Así es que un día en el aula, en que yo estaba como siempre mirando al petiso y drooling all around, este me mira que yo lo miraba, y en vez de apartar rápidamente la vista y hacerme la dobolu decidí que empezaba la nueva era de mi vida donde con la fuerza de mi personality, etc etc, lograría lo que me propusiera; y le sostuve la mirada, hasta que incómodo, el muchachio me dijo "¿¿¿Qué mirás vos???"...

Opción 1: lo miré fijamente y le dije "a vos, bombonazo". él, subyugado por la fuerza arrolladora de mi personalidad, etc etc, me invitó a salir, nos pusimos de novios, tuvimos una tórrida aventura y a partir de ese momento fui la chica más popular del curso.
Opción 2: me puse colorada, le dije "nada, nada" y miré mi carpeta. Mi vida continuó con el estigma de ser nerd, aunque claro, mejoró con los años, y nunca volví a ver al petiso, que se quedó de año ahí nomás y se fue del colegio.

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O sea, no me digas que estás dudando de cual opción era, la vida no es ni el Reader's Digest ni una novela, o qué te creías???

pd. hablando de melositudes, terminé de leer "En tiempos de Laura Osorio", también de Cristina Bajo. Está bueno para aprender historia, pero tiene un regustito a novelita romanticona que no es lo ideal pero puede tragarse.